17 de noviembre de 2018 ---3 minutos de lectura
Durante las fiestas muchas personas toman la oportunidad para reflexionar sobre una variedad de experiencias, sus lecciones y emociones que perduran al pasar del tiempo. En situaciones que provocan dolor y enojo uno puede ir de reflexiones a pensamientos obsesivos, lo cual puede cegarnos al punto de no ver nuestro poder. Debemos mantener nuestros ojos fijos en nuestro poder.
Innumerables experiencias, tradiciones y creencias nos anteceden e informan lo que somos hoy, nuestras palabras y la forma en que nos percibimos en el mundo. Las memorias ancestrales incluyen lo profundamente doloroso y su manera de inspirar a las generaciones anteriores a seguir adelante sin permitirse agobiar por tribulaciones.
Durante las fiestas muchas personas toman la oportunidad para reflexionar sobre una variedad de experiencias, sus lecciones y emociones que perduran al pasar del tiempo. En situaciones que provocan dolor y enojo uno puede ir de reflexiones a pensamientos obsesivos, lo cual puede cegarnos al punto de no ver nuestro poder. Debemos mantener nuestros ojos fijos en nuestro poder.
Innumerables experiencias, tradiciones y creencias nos anteceden e informan lo que somos hoy, nuestras palabras y la forma en que nos percibimos en el mundo. Las memorias ancestrales incluyen lo profundamente doloroso y su manera de inspirar a las generaciones anteriores a seguir adelante sin permitirse agobiar por tribulaciones.